martes, 2 de septiembre de 2014

El viaje









 Día cero:

Aún no lo puedo creer, mañana es el gran día. Estoy realmente ansioso por comenzar este viaje que se ha postergado por tanto tiempo. Ahora miro hacia atrás y me doy cuenta de que he sido un tonto. Sin embargo, no dejo de repetirme que las cosas tienen sus tiempos…
A las 06:00 horas la nave me espera para partir al destino. Destino: que determinante y acertado término para este viaje. Realmente voy al encuentro de mi destino, del que debió ser. Solo llevo mi diario, un papel garabateado, y mi mochila con alguna ropa. Sé que allí, salvando las distancias, se puede conseguir todo para pasar una bella temporada. Aunque por supuesto, no necesitaré tanto…
Conseguí dinero del lugar en una casa de antigüedades. Bizarro. Por lo que esa cuestión está saldada. Ahora quedan estas horas para enfrentar mi futuro…o mi pasado. Solo puedo pensar en el mar y la arena blanca con la que me voy a encontrar. Y un perfume.

El hombre  cerró su diario de viaje y tomó el periódico que estaba sobre la mesa. Un gesto de triunfo se le dibujó en el rostro al observar el titular:

Trasbordador Lauken en su primer viaje a través del espacio tiempo:

El día 15 de este mes, el Transbordador Lauken despegará con 5 tripulantes en su interior. El viaje, planeado desde hace más de una década, pretende retroceder 5 años al pasado, a la isla de San Clemente, meses antes de su desaparición del planeta. El objetivo es conocer las condiciones climáticas de la isla, en los momentos previos al cataclismo que la hizo desaparecer.
Los tripulantes son los cuatros científicos de la NSE y el magnate que financió el proyecto. Fuentes cercanas a este último, aseguran que su objetivo es algo diferente al de los científicos. Se sospecha que desea encontrar un tesoro; aunque, por trascendidos, supimos que este hombre iría en búsqueda de algo perdido, muy preciado para él. Sin embargo, al preguntarle, el hombre de unos 50 años y dueño de más de la mitad de las empresas del mundo, solo respondió con una mueca.
Más allá de las causas, esta ambiciosa empresa, lleva gastada varios millones de dólares y ha generado la expectativa de toda la comunidad, ya que sus implicancias, si tuviera éxito, son inconmensurables.

Dejó el periódico y se fue a descansar. Al día siguiente se levantó temprano. Prácticamente no había dormido. Tomó su diario de viaje y anotó:

Día uno:
Anoche no dormí; de solo pensar que hoy mismo pisaré ese suelo anhelado por tanto tiempo, mi cuerpo y mi alma se estremecen. Debo enfocarme, no me voy a adelantar porque, después de todo, la misión puede fracasar y toda esta anticipación no serviría de nada.
Hace dos horas abordamos; ya no queda nada y mi ansiedad está en su punto más extremo. Por donde se la mire, la nave es exquisita. Las comodidades superan nuestras necesidades, al menos las mías, por leguas. A pesar de lo que el resto piense, mis necesidades son bastante básicas. Sin embargo, mi camarote es enorme y cuenta con una biblioteca propia, aunque no la voy a necesitar. Dejé mis cosas allí y fui a la cabina a conocer a los hombres que manejarán el dispositivo. Los pilotos son agradables y ante mis cientos de preguntas (y supongo que al ver mi rostro algo preocupado), me mostraron el panel de control que parece un árbol de navidad, lleno de luces y botones. Uno de los paneles, que se encuentra incrustado en la pared lateral, junto al piloto, tiene números que titilan al compás de mi corazón y pregunto ¿qué es eso?: “es el reloj, aquí es donde se colocaran las coordenadas del destino”. Ese dato, que no solo incluye la fecha, sería fijada a último momento, ya que se encuentra sellada en un sobre que dice confidencial ubicado en una caja fuerte.

Sin rastros

El pasado 15, el transbordador Lauken emprendió un viaje inédito en la historia de la humanidad. Dos pilotos y cinco tripulantes se aventuraron en el primer viaje en el tiempo hecho jamás. A las horas de su partida, se tuvo la confirmación de llegada para recibir luego solo un mensaje extraño y anónimo “…todos fuimos engañados por él. Nos usó. Jamás llegamos a donde se suponía. No sé si sobreviviremos a esto.” Para luego no recibir ningún tipo de comunicación más.
Luego de semejante mensaje, la comunidad en general así como los científicos que participaron del proyecto, entraron en shock y dieron expresiones de consternación. Por otro lado, una gran preocupación, fue transmitida por parte de las autoridades. Aunque solo dieron un escueto “Sin comentarios” al ser abordados en las oficinas del NSE.

Día dos:
Pisé las arenas blancas de mi isla. Sí, mi isla, porque aquí se encuentra la dueña de mi corazón. En la cabina hay un gran alboroto debido a que las coordenadas no corresponden a la fecha especificada y no nos encontramos dónde y cuándo se había acordado. No voy a discutir con ellos. El proyecto es mío, el pasado también. En breve voy a verte. Espero no te asustes al verme llegar con estos años de más. Solo esa posibilidad me preocupa: tu rechazo. Pero con solo pensar que tu final llegará en breve y en soledad, se me parte el corazón y deseo solo estar a tu lado aun si no me amas.
La humanidad tiene posibilidades. Yo dejé toda la información necesaria para que científicamente el viaje en el tiempo no se interrumpa y en breve mis compañeros se darán cuenta de que es posible volver, aunque quizás no al mismo tiempo y lugar. No es mi problema. Realmente no lo es. Trabaje toda mi vida en esto como para que un puñado de científicos me ponga condiciones. Mañana por la tarde un cataclismo eliminará esta isla y el mundo tal y como lo conocemos. Y yo moriré. La pregunta es si lo haré solo o junto al amor de mi vida.

Día final:
Cuando llegué al sitio, donde treinta años atrás prometí encontrarte, mi corazón estaba lleno de miedos. De preguntas. Era evidente que el amor me había llevado hasta ese tiempo. Que me había guiado hasta tu corazón. Por más de treinta años mi alma estuvo partida en dos por tu ausencia. Por haber cometido la estupidez de no estar a tu lado cuando era necesario. Y ya no importan las excusas del pasado. No tiene sentido que te cuente que no fue mi decisión no estar allí. Que mis padres me arrastraron al otro lado del mundo para estar seguros de que nada me pase. Ya no importa que te cuente que les rogué volver por vos y que no me escucharon. ¿Quién escucha a un enamorado de 17 años? Nadie. Y solo pude llorarte durante todos estos años. Y crear esta máquina que me devolviese nuestro tiempo. Porque estas décadas lo único que me demostraron fue una vida vacía de posibilidades. Porque aquellas posibilidades, la felicidad, el amor, tenían y tienen tu nombre. Vos junto a mí.
Casi pierdo todo cuando la primera vez el proyecto fracasó. Pero el único recuerdo que me mantuvo cuerdo para lograr este objetivo fue nuestra canción y la promesa de una vida juntos. 

He muerto todos los días esperándote,
 no tengas miedo de que te haya amado,
durante mil años.
te amaré por otros mil más.


Y al llegar, te vi. Parada observando el mar, con la brisa despeinando tu hermoso cabello oscuro. Mi recuerdo no te hace justicia. No. Eres más bella que todas mis memorias juntas. Al verme, te acercás con duda. Quiero decir “soy yo” pero el nudo que tengo en la garganta me impide poder emitir algún sonido. Sin embargo, mirás mis ojos y allí todo se acomoda. Me acariciás y me besás. Sabés que todo acabará pronto, que no hay forma de escapar a este destino escrito con fuego. Con solo tu abrazo sé que agradecés que finalmente hubiese llegado. Tu muerte, junto a la mía, será diferente ahora. No morirás en soledad con la idea de que jamás te amé.
Ahora solo resta aguardar nuestro final. Juntos.

De viajes en el tiempo y locuras interespaciales…

Seis meses han pasado desde que el transbordador Lauken partiera en busca de las preguntas básicas de la humanidad. Luego de haber perdido contacto casi inmediatamente después de su partida, en el día de ayer, el mundo recibió con los brazos abiertos y las mentes llenas de inquietudes, a 4 de los 5 tripulantes. Hoy por la tarde, en conferencia de prensa, miles de preguntas serán respondidas. La principal: ¿Qué sucedió con el magnate dueño del proyecto? ¿Se volvió loco como todos dicen? ¿Tuvieron que abandonarlo en el pasado para poder sobrevivir y volver sanos y salvos? Nada se sabe. Todo se presume. Mientras tanto, se aguardan las declaraciones oficiales y se desea conocer el futuro del proyecto.


Entonces me doy cuenta de algo: observar el fin del mundo es lo más bello del universo, a tu lado…

Autor: Miscelánea de la oscuridad – Todos los derechos reservados 2014

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