miércoles, 29 de julio de 2015

Oscuridad









Abro mis ojos y estoy parada en el medio de un campo. La brisa me roza y siento mis piernas desnudas. “Es un sueño”, pienso. Miro a mi alrededor y veo una pequeña niña. Debe estar aterrada. Está sola con su pequeño vestido blanco y descalza, como yo. La oscuridad nos envuelve, nos aísla como en una burbuja, pero solo puedo pensar en ¿qué hace la niña sola en este lugar? ¿Y yo? Me acerco lentamente. No quiero asustarla. No. La miro y ella me devuelve una mirada oscura, vacía. Mi pecho se contrae. Me evoca un pasado olvidado, muy guardado en el inconsciente. Un recuerdo se filtra como un gusano carroñero. Es mi infancia, es de noche como ahora, pero hace mucho. La oscuridad de entonces me invade otra vez. Y como entonces, toma mi cuerpo y se apodera de mis sentidos. Un grito. Un berrinche. Un cuchillo. Rojo, muy rojo. Soledad.
Veo a la niña y noto el vestido manchado de sangre. Miro sus manos y veo el brillo del metal. Años de tormento, años de culpa reprimida. Explota mi cabeza, estalla mi corazón. Lloro porque sé… sé que ha vuelto y esta vez es por mí. 

Autor: Soledad Fernández

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